martes, 4 de diciembre de 2012

Educación Neoliberal



La cultura competitiva del Neoliberalismo en la educación mexicana

Introducción

El tema que se aborda en este trabajo se refiere a la educación y las medidas implementadas en la política educativa en México; esto circunscrito en el marco del Neoliberalismo. Se parte desde el punto de tomar a la educación más como una visión y manera de estar en el mundo, que como forma de instrucción. Es importante este señalamiento debido a que en el tema a tratar no se tomaran demasiado en cuenta el análisis de programas educativos, teorías pedagógicas, o descripciones de la educación en forma cronológica.
El trabajo se centra en tres aspectos esenciales: primero se hará una descripción de lo que se entiende como Neoliberalismo desde la concepción teórica que se ha hecho de este modelo económico. Para ello será necesario el análisis de los conceptos desarrollados por dos de los teóricos neoliberales más importantes: F.A Hayek y Milton Friedman. Como segundo punto en el trabajo se tomará en cuenta la descripción de la educación como práctica que ayuda a la concepción de una ideología; será necesaria la explicación de algunos conceptos para la mejor comprensión de las intenciones que se manifiestan en el discurso neoliberal. Por último, se analizarán las medidas tomadas con respecto a la educación por parte de los agentes que promueven el neoliberalismo.
El trabajo intenta responder a tres cuestiones: La primera tiene que ver con el por qué del rechazo que el Neoliberalismo siempre ha manifestado con respecto al control gubernamental; tomando en cuenta que ese en uno de los puntos centrales en su ideología. La segunda pregunta quese plantea en este trabo se traduce en la naturaleza de los fines escondidos en la implantación de nuevas políticas económicas. La última pregunta es de orden pragmático: cómo es que éstas políticas fueron impulsadas en el periodo neoliberal en México tomando como punto de arranque el año de 1988.
Para la elaboración de este trabajo se han usado fuentes bibliográficas y artículos de revistas especializadas en temas de educación así como una tesis de la escuela de Estudios Latinoamericanos. También se ha hecho uso de algunos documentales encontrados en internet y de algunas páginas web. Todo esto con el fin de construir una visión un poco más amplia del tema.


La cultura económica neoliberal: el pensamiento de Hayek y Friedman

Mucho se ha escrito ya sobre el Neoliberalismo y sus repercusiones en la sociedad. Lo cierto es que mucho de lo escrito ha venido desde la crítica bien merecida que este modelo económico ha provocado. La misma realidad nociva que se ha construido con la implementación de políticas económicas neoliberales  en el mundo actual, es la misma realidad que ha llevado a que desde las diferentes disciplinas que conforman el conocimiento humano, en especial desde las ciencias sociales, se tome en cuenta  la elaboración de una reflexión acerca de la naturaleza discursiva, así como de las intenciones de dicho modelo. Sin embargo, es muy notable que la mayoría de lo que se sabe del Neoliberalismo provenga de una posición de izquierda que desde su perspectiva  crítica explica el funcionamiento de dicha tendencia económica. Es por esto mismo que existe una necesidad de entender al Neoliberalismo y a las políticas que lo soportan tomando en cuenta el punto de vista de sus formuladores y teóricos. Lo anteriormente dicho no expresa una postura favorable en cuanto a la ideología neoliberal ni una  toma de partida hacia la derecha o lo reaccionario, sino que se trata de formular, por medio de la lectura de los preceptos fundamentales de dicha tendencia, una visión más completa del tema en cuestión. Para tal tarea se hará uso en su mayoría de la obra de Héctor Guillén Romo: La contrarevolución neoliberal en México.[1]
Si existe un referente sustancial en la historia de la economía en cuanto a Neoliberalismo se refiere, éste debe de ser sin lugar a dudas Milton Friedman.  El premio Nobel de economía del año 1976 es uno de los personajes más polémicos en la historia contemporánea de dicha disciplina y uno de los más importantes teóricos de la reestructuración de las políticas económicas a nivel mundial. Junto con sus postulados teóricos devino toda una puesta en marcha de estrategias para la implantación de manera pragmática de lo que hasta entonces sólo se encontraba en papel. Basta recordar su colaboración en la caída del gobierno de Salvador Allende en Chile y a la asesoría  que proveyó para la transformación de este país en una especie de laboratorio en el cual se implementarían las nuevas políticas económicas por medio de un régimen totalitario representado por Augusto Pinochet  como lo sostiene Naomi Klein en su libro La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre.[2]En este libro toma en cuenta la participación de Friedman en lo que se convirtió en una de las dictaduras más crueles de América Latina en el siglo XX:
“Los ciudadanos chilenos no sólo estaban conmocionados después del violento golpe de Estado de Pinochet, sino que el país también vivía traumatizado por un proceso de hiperinflación muy agudo. Friedman le aconsejó a Pinochet que impusiera un paquete de medidas rápidas para la transformación económica del país: reducciones de impuestos, libre mercado, privatización de los servicios, recortes en el gasto social y una liberalización y desregulación generales. Poco a poco, los chilenos vieron cómo sus escuelas públicas desaparecían para ser reemplazadas por escuelas financiadas mediante el sistema de cheques escolares. Se trataba de la transformación capitalista más extrema que jamás se había llevado a cabo en ningún lugar, y pronto fue conocida como la revolución de la Escuela de Chicago, pues diversos integrantes del equipo económico de Pinochet habían estudiado con Friedman en la Universidad de Chicago.”[3]
Según esta autora, Milton Friedman veía en los grandes problemas coyunturales de un país o de una institución una oportunidad para la reestructuración de la forma de organización estatal o institucional. En el caso de Chile se aprovechó del gran trauma que provocó en la sociedad un golpe militar; mismo golpe militar que fue provocado por la burguesía empresarial chilena en detrimento de un gobierno de corte socialista con la colaboración del gobierno de Estados Unidos. La hiperinflación que vino con el cambio brusco del gobierno fue el pretexto para reformular la política económica de Chile. Pero Friedman también encontraba la oportunidad en sucesos no provocados por el ser humano; incluso en aquello que escapa al control de los hombres, como lo es un fenómeno natural (terremotos, inundaciones, tornados, tsunamis etc.) se encontraba la oportunidad implementar y justificar toda una nueva política.
Pero la elaboración de sus teorías no fue un trabajo en solitario; mucho tuvo que ver la colaboración de su esposa Rose Friedman para la construcción de su plan de regeneración social.  El matrimonio Friedman se apoyaba en cierta medida en los trabajos producidos por la escuela clásica burguesa; autores como Adam Smith tuvieron gran influencia en la elaboración de sus teorías. Esto supone, en cierta medida,  una falta originalidad en  cuanto a la construcción de una teoría neoliberal, ya que la creación de esta teoría es un trabajo acumulativo de los economistas a lo largo del tiempo. Lo que el Neoliberalismo hace es llevar preceptos ya conocidos al extremo. No se puede tomar a Friedman como el “creador” del modelo neoliberal; en este proyecto también tuvo gran injerencia otro pensador  coetáneo de Friedman: F.A . Hayek.
Friedrich Hayek fue premio Novel en 1974, dos años antes que Friedman. No sólo se desarrolló en la economía, sino que también lo hizo en otros ámbitos como la filosofía y el derecho. Su contribución en el ramo de la economía lo convirtió en uno de los padres del liberalismo moderno. Su trabajo puede ser tomado como más teórico que el de su colega; esto se debe a que él trata de justificar la liberación del mercado desde la elaboración de conceptos más amplios en los que se toman en cuenta estructuras sociales e institucionales dándoles un carácter ontológico y determinante en la implantación de un Neoliberalismo.
Para los dos pensadores el individuo y la libertad son las metas a alcanzar. Existe un fin: el de que el individuo se desvincule  de los lazos tradicionales que un sistema le impone, este es el proyecto que la evolución social tiene para los hombres. “los esfuerzos espontáneos y libres de los individuos pueden determinar un sistema complejo de actividades económicas.”[4]  Para Hayek existen dos formas de considerar a las estructuras de la actividad humana: el constructivismo y la evolución .El primero se refiere a la forma en la que los individuos se organizan para la creación  de las instituciones de una forma deliberada y con un proyecto ya en mente. Las instituciones sólo servirán a la humanidad en cuanto son creadas en función de servir a la misma a través de sus objetivos. Estos objetivos no se dan al azar: son ellos condición y fin de las instituciones. Por este mismo carácter de plan preconcebido es posible su transformación para un mejor desempeño en la vida. Frente a esta idea se aparece la concepción de las instituciones y del orden a través de la evolución. “el carácter ordenado de la sociedad (…) no depende sólo de instituciones y de prácticas inventadas con este objetivo, sino que se “deben en gran medida a un proceso descrito en una primera instancia como maduración y posteriormente como una evolución. Proceso por el cual prácticas que habían sido anteriormente adoptadas por otras razones, que incluso habían sido adoptadas de manera accidental, fueron  conservadas por procurar a los grupos entre los cuales habían aparecido primero una cierta superioridad frente a los demás grupos”.[5]En este orden evolutivo no existe un fin ya pensado de antemano; es un orden cuya existencia está ligada a la tradición o al flujo de lo convenido en un tiempo inmemorial. Sus objetivos tienden a cambiar con el paso del tiempo conservando cierta esencia del pasado que imprime un orden natural.
Esta confrontación entre estructuralismo y evolución es de prístina importancia en lo que viene a ser una justificación para la liberación del mercado de las ataduras que la acción gubernamental le impone. Para Hayek todo parte desde el concepto de orden.  Este concepto debe de ser entendido como “un estado de cosas en el que una multiplicidad de elementos de naturaleza diferente están en una relación tal, los unos con los otros, que podemos aprender a hacer pronósticos, conociendo ciertos componentes espaciales o temporales de conjunto, con fuertes probabilidades de que nuestros resultados sean correctos”.[6]El orden es el que mueve a las sociedades; existen formas de conductas que se encuentran ligadas y normalizadas por este orden y sin cuya injerencia la convivencia se haría casi imposible.
En cuanto a la genealogía del orden Hayek encuentra dos formas de construcción del mismo. La primera es la noción de orden en cuanto a procesos planeados por los seres humanos, una construcción de la psique humana para la consecución de una forma de relación social con un propósito planeado por una fuerza externa al sistema. Esta primera postura se encuentra en relación directa con lo ya mencionado arriba: estructuralismo.  La segunda postura tiene que ver con la existencia de un equilibrio al que Hayek llama endógeno, como el que existe en las formas del mercado; Hayek llama a este orden espontáneo y hace referencia al evolucionismo. El primer tipo de orden es fabricado por una entidad que desde afuera organiza la dinámica de lo social o institucional; el segundo tipo de orden es dinámico en sí mismo y por ello es el orden mismo: no necesita de agentes exógenos que lo organicen.
Basta leer entre líneas en esta forma de concebir al orden para darnos cuenta de cuáles son las intenciones del autor: la justificación de la liberación de las fuerzas del mercado. Si existe un tópico en la teoría neoliberalista, este debe de ser el del deshacerse del control gubernamental del Estado en la dinámica económica a nivel mundial. La justificación se da en la medida en que existen estos dos tipos de orden con cualidades diferentes: uno es más sencillo que el otro. El primer tipo de orden obedece a los fines de una persona o grupo que en las sociedades modernas están representados en la forma del Estado. El segundo orden es más complejo en cuanto a la falta de existencia de fuerza que lo rija que no sea él mismo. Este orden escapa a las capacidades de la mente humana  ya que están conformados por  una variedad de procesos abstractos y complejos que en la historia de la humanidad se identifican con prácticas como la cultura o las relaciones de mercado.
A pesar de identificar estos dos órdenes cualitativamente diferentes en la teoría neoliberal los dos pensadores no niegan la intromisión de los gobiernos en el funcionamiento de la sociedad. En el caso de Hayek el Estado puede ofrecer algunos servicios como el de la procuración de los desamparados (ancianos, enfermos, discapacitados físicos y mentales, viudas y huérfanos etc.),la defensa en contra de enemigos extranjeros, o la ayuda en caso de desastres naturales. Esto se debe a que son servicios que los particulares no están dispuestos a administrar por la falta de remuneración económica. Para Milton Friedman debe de existir un mínimo de interacción íntima entre la política y la economía: “existe una relación íntima entre la economía y la política, que sólo ciertas combinaciones son posibles entre regímenes económicos y regímenes políticos, y que, en particular, una sociedad socialista no puede ser democrática –si ser democrática significa la libertad individual”.[7] En una sociedad libre la economía tendría un doble papel: por un lado la libertad económica sería condición para alcanzar la libertad en el más amplio sentido del concepto y por esto mismo vendría a ser un fin a perseguir: por el otro lado ésta misma libertad nos llevaría a alcanzar la libertad política. Para Friedman el régimen socialista al no liberar el comercio ejerce una autoridad dominadora de la libertad absoluta. Por eso es condición determinante que exista un régimen capitalista para el logro de la libertad. Es menester la instauración de un régimen que vaya más allá de lo que un Estado de bienestar propone. El gobierno ya no debe poner trabas al mercado o regularlo. Este es el fin de las políticas económicas neoliberales que se han venido imponiendo a lo largo de cuarenta años en el mundo entero.
Existe una contradicción que salta a la vista en al momento de comparar lo discursivo con lo real. El Neoliberalismo promueve la nula intervención del gobierno en la forma de regular a la economía, sin embargo a lo largo de los años vemos cómo el mercado, como poder real (económico), ha hecho uso del Estado para conseguir sus fines. Para mediados del siglo XX se entendía que vivíamos en una sociedad cuya economía era de carácter mixto. El Estado era una clase de intermediario entre el poder económico y la sociedad. Era la figura que organizaba las formas de relación entre empleado y empleadores y que a la vez suministraba servicios requeridos por los ciudadanos. Muchos de los sectores estratégicos de la economía se encontraban en sus manos: energía, comunicación, recursos naturales, etc. pero a partir de los años 70s y 80s el Estado fue perdiendo su participación en dichos sectores. Nos hemos encontrado en una era de las privatizaciones; todo lo que ha sido posible de privatizar se ha privatizado y lo que no, se encuentra en proceso de serlo. El Estado ha pasado de ser un regulador a un servidor del capital. Por esto mismo no se puede hablar de que el Neoliberalismo busque en sí la anulación del Estado en sociedad de mercado; lo que se busca es el cambio cualitativo de dicho Estado dentro de la sociedad de mercado. Un Estado del cual hacer uso para el logro de la meta neoliberal: la libertad de mercado y la libertad de los individuos en sus relaciones económicas.

Educación como práctica ideológica

En el año de 1988 México se encuentra de frente ante una situación ya conocida por tradición en la Nación: un fraude electoral. La llegada de Carlos Salinas de Gortari, el primero de Diciembre de ese mismo año,  al máximo poder existente en el territorio estuvo marcada por la sombra de la ilegitimidad. Es un punto de referencia de este momento la dichosa caída del sistema, la cual sirvió como estrategia para la imposición del nuevo presidente en detrimento de su opositor Cuauhtémoc Cárdenas que había tenido la mayoría de los votos.
 La llegada del nuevo gobierno significó la llegada del modelo neoliberal a la economía mexicana. La liberación de las fuerzas del mercado en México rápidamente empezó a tomar prioridad dentro de los planes del nuevo régimen; es notable la privatización de los servicios que hasta ese punto se encontraban aún en manos del gobierno. Y esta tendencia a privatizar todo lo privatizable es una cualidad de los gobiernos siguientes en la historia nacional que aún en nuestros días sigue vigente a pesar de su falta de resultados óptimos. La práctica de nuevas políticas para la reestructuración del sistema mexicano había empezado; y el modelo educativo implementado hasta la fecha sería uno de los puntos estratégicos a cambiar.
Como ya se ha mencionado arriba uno de los puntos centrales, si no es que el más importante, dentro de las políticas económicas neoliberales es el marcado rechazo a la intervención del gobierno en los asuntos de la economía. Sin embargo la lógica del mercado necesita de instrumentos que ayuden a apoyar toda una visión de mundo: la imposición de una ideología será mejor captada si ésta se construye desde arriba con el fin de que su distribución se lleve de forma homogénea.
Para resaltar esta idea de la ideología podemos referirnos al pensamiento de Gramsci[8]. El pensador italiano en sus reflexiones concibió un concepto para explicar las relaciones de poder y su logro en la práctica, el cual concibe que éstas se lleven a la realidad por dos vías que son el consenso y la coerción. La famosa “hegemonía” de Gramsci es la que apunta hacia la vía del consenso; y esta señala el poder de una clase en tanto que es clase dirigente y que ostenta la capacidad para imponer una visión del mundo en la sociedad. Para ello hace uso de la ideología que toma forma en las prácticas cotidianas de instituciones como la escuela, la iglesia, un partido político, los sindicatos etc. en los que se representan y consumen la visión de una clase a la que se le imprime validez y legitimidad. Esto provoca que existan dos visiones de mundo en los individuos de las clases subalternas: la de la clase dominante que es conscientemente afirmada en las prácticas de la vida cotidiana y en los espacios públicos y rituales; y otra, la orgánica, que sólo aparece como ruptura, como violación y violencia de la normalidad en las situaciones de crisis o estallido social. La otra vía es  la que se ejerce por medio del monopolio de la violencia, que es particular de los Estados, a través de los aparatos represivos: ejército, policía, tribunales etc. 
La visión de mundo es el resultado de un proceso de asimilación que encuentra sus fuentes en prácticas tan diversas como la educación; y esta educación debe de ser tomada más en el sentido de construcción axiológica y manera de estar en el mundo que como mera instrucción. Manuel de la Torre Gamboa[9]cita a Joan-Charles Melichpara apoyar su idea de que la educación es una internalización del mundo:
“La educación en el mundo de la vida es […] una acción construida en función de formas simbólicas y decisiones axiológicas. El proceso educativo […] es una interacción social que se edifica sobre un horizonte de significado y de sentido. Sin orden simbólico no hay historia ni instrucciones sociales”.[10]
Desde este punto de vista se aprecia a la educación como algo más que la instrucción, elaboración de conocimientos o consumo de los mismos; lo que se expresa  es la construcción de significados dentro de una práctica social discursiva. Éste concepto puede ser entendido como “un espacio de interacciones sociales en el que tiene lugar la producción, circulación y reproducción del sentido a través del cual se producen y reproducen las relaciones sociales, y en particular las relaciones de poder “. [11]Un ejemplo de práctica social lo podemos encontrar en las manifestaciones de lo humano que se dan en la política, el arte, la religión y en la misma educación. En la educación encontramos relaciones de poder que son interiorizadas en los institutos de enseñanza: son unos cuantos los que deciden qué clase de educación es la adecuada para el momento. Los que adquieren tal educación son uniformados en una manera de pensar y de actuar en el mundo. También la educación en la actualidad ha servido para estratificar a las personas según su nivel de estudios; esto conlleva a que el individuo se sitúe en algún nivel de la escala social con pocas oportunidades de movilidad dentro de ella.[12]
De esta manera podemos entender que la educación es una más de las prácticas que se dan dentro de las relaciones sociales. Su función dentro del Neoliberalismo es la de formar a una clase de hombre que sea posible de insertar dentro de la lógica del mercado; esto viene siendo la consecución de un hombre que sea individualista y competitivo. En la lógica del pensamiento neoliberal el hombre debe de ser libre de las ataduras que una entidad (Estado) perteneciente al orden estructural mencionado anteriormente le impone con el fin de limitar sus acciones en la sociedad. Ésta libertad hará que el hombre, sin intenciones reales de hacerlo, al ejercer su libertad individual consiga un bien para todos los demás en el conglomerado social. Es la mano invisible que regula esta relación entre el individuo y los demás grupos. Milton Friedman hace mención de esta idea de Adam Smith encontrada en la obra fundamental del economista de la escuela clásica burguesa: AnInquiryintotheNature and Causes of theWealth of Natios.
“La intuición clave de Adam Smith fue la de comprender que las dos partes en presencia sacan algún provecho del intercambio, y que –dado que la cooperación sigue siendo estrictamente voluntaria- ningún intercambio puede tener lugar a menos que las dos partes saquen algún provecho. Ninguna fuerza externa, ninguna coacción, ninguna violación a la libertad es necesaria para el establecimiento de una cooperación entre individuos que beneficie a todos”.[13]
Los Friedman apoyan esta idea de la mano invisible ya que creen que el bien individual conlleva al bien comunal. La búsqueda del individuo en solitario de sus propios beneficios acarrea un bien para todos. Las personas, en sus relaciones comerciales que satisfacen necesidades de ser seres participantes en el mercado, a la vez que llevan a cabo la acción de producir bienes y servicios darán cabida a que otras entidades se desenvuelvan en el mismo mercado del que son partícipes.[14]De esta manera se hace necesaria la existencia de un hombre que lleve a cabo la tarea impuesta por la historia de crear una sociedad en la que todos los hombres hagan el bien a todos sin sacrificar su individualidad. Es en este punto donde el hombre educado neoliberalmente tiene que aparecer. Su existencia es condición y punto de partida para la existencia de una sociedad de carácter libertaria en cuanto a economía se refiere.

Educando neoliberalmente

En las décadas de los 80s y 90s se empieza a impulsar una reforma estructural de la educación en todos los niveles en América latina; y México no es la excepción. Pero dichas reformas van encausadas en mayor media hacia la educación superior. Esto es entendible ya que este nivel es la cumbre en la que el hombre necesario para el modelo neoliberal termina su formación.
Las reformas fueron el resultado del pensamiento de que no todo andaba bien en cuanto a educación se refiere. Se tomó como punto de partida el hecho de que la educación, siendo suministrada en su mayor parte por el Estado, carecía de los criterios de eficiencia y calidad que el mundo necesitaba. Y siendo el Estado ineficiente para el suministro de políticas educativas adecuadas se tomó en cuenta la participación de agentes externos a las naciones para la elaboración de las mencionadas reformas. Organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y en Banco Mundial empezaron a impulsar nuevas modificaciones. Pablo Gentili[15]en su artículo El consenso de Washington: la crisis de la educación en América Latina hace un análisis de las reformas impulsadas por dichos organismos. Advierte que desde el año de 1988 existe una homogeneidad en las políticas educativas y que esta “se verifica en la expansión de un mismo núcleo de diagnósticos, propuestas y argumentos „oficiales acerca de la crisis educacional y de sus supuestas salidas, así como en la circulación y el impacto (directo e indirecto) que los documentos y „recomendaciones del BM y del FMI tienen en la definición de las políticas públicas destinadas a este sector.”[16]
El sistema neoliberal en ese momento tomó en cuenta que existía una crisis en los modelos educativos. Por lo tanto la primera cosa por hacer fue el identificar qué aspectos no marchaban bien y si existían culpables de dichos fallos. Una vez examinando la situación y localizando a los culpables se tomaron cartas en el asunto y se planificó toda una gama de medidas a seguir.
Lo primero que es necesario es el saber qué argumentos daban los neoliberales para la afirmación de la existencia de una crisis de la educación en América Latina. Sin lugar a dudas uno de los principales obstáculos que encontraron, y que es tópico como ya se ha dicho, es la incapacidad del Estado para ofrecer un servicio adecuando en materia educativa. Los neoliberales ven al Estado como una entidad sobrepasada por la demanda de una educación de calidad. El incremento de una población con hambre de enseñanza hace imposible que el gobierno por sí mismo sea capaz de dar una educación de nivel. En su tesis de Estudios Latinoamericanos Miguel Alejandro González Ledesma titulada Neoliberalismo y educación superior en México identifica tres razones que los neoliberales dan para hablar de la existencia de una crisis:
1)Los gobiernos no sólo han sido incapaces de equilibrar los factores cualitativos con los cuantitativos, sino que ellos mismos son estructuralmente ineptos para combinar ambas dinámicas.
2) La expansión de los servicios educativos es un objetivo ya conquistado por casi todos los países latinoamericanos, siendo los índices de exclusión y marginalidad educativa una expresión clara de la falta de eficiencia del sistema y no de su escasa universalización.
3) La posibilidad de combinar calidad y cantidad con criterios igualitarios y universales es una falsa promesa de los Estados interventores y populistas.[17]
Para los neoliberales es primordial abrir la educación a las fuerzas del mercado emancipándolo del control gubernamental; “prometen revolucionar el sistema con la condición de abrirlo completamente al libre juego de las fuerzas del mercado. Así, nos dicen, no se trata de asignar más recursos al sector, sino de “gastar mejor”; no hacen falta más profesores, sino “docentes mejor formados y capacitados”; no hace falta construir más escuelas, “sino hacer un uso racional del espacio disponible”; no hacen falta más alumnos, sino “alumnos más responsables y comprometidos con el estudio”.[18]
Contra este problema estructural los organismos han impulsado estrategias para contrarrestar la crisis de la educación. A decir de Pablo Gentili, existen dos grandes propósitos que dan coherencia a tales estrategias: “a) la necesidad de establecer mecanismos de control de calidad en la amplia esfera de los sistemas educacionales y, de manera específica, en el interior de las propias instituciones; y b) la necesidad de articular y subordinar la producción del sistema educativo a las demandas que formula el mercado de trabajo.[19]
Se ha visto que el caso de México los recursos que son destinados a la educación y a al desarrollo de la tecnología han venido sufriendo grandes recortes. Esto no se debe a una falta de fondos, sino a una tendencia intencional para mantener a los países del tercer mundo en su condición de subdesarrollo. La retórica neoliberal llama a dichas naciones países en vías de desarrollo, pero lo cierto es que, con las políticas implementadas a lo largo de los últimos cuarenta años, esta promesa de desarrollo cada vez parece más lejana. Las intenciones del neoliberalismo van dirigidas a que dichos países sean incapaces de subirse al tren de la modernidad por sí mismos.
El neoliberalismo encuentra a algunos de los culpables del atraso en la figura de los profesores. En el documental del 2012 llamado De Panzazo[20], el “periodista” Carlos Loret de Mola apunta a que en México varios de los profesores no cuentan con un nivel adecuado de preparación debido a que no existe un compromiso real por parte de ellos en la distribución de conocimientos. También menciona que esto se debe en gran medida a las políticas corruptas que dentro del sindicato de maestros (SNTE) se llevan a diario; indica que un 93 % del presupuesto destinado a este sector se va en salarios y que una cantidad importante de docentes no se encuentran en los salones de clases, sino sirviendo en diferentes puestos de la organización sindical.[21]Es cierto en gran medida lo que menciona este periodista, pero sus intenciones son las de los que ostentan el poder económico en México. El atacar al sindicato, con todas la corrupción que pueda existir en él, no obedece a una especie de toma de consciencia de una realidad nefasta dentro de esta organización; la intención es la de atacar a la figura de los sindicatos. En el pensamiento de F. A Hayek, estas organizaciones son un estorbo para la libertad individual de las personas. Un grupo de esta especie tan sólo viene a frenar las fuerzas del mercado e impide, con su monopolio del oficio o profesión, que otros individuos se desenvuelvan en este sector. Hayek apunta a que tácticas, como son la exigencia de una salario mayor, impide que otros puedan aspirar a convertirse en parte del rubro.[22]Esta idea presupone la existencia de una especie de capital destinado tan sólo para una parte de los trabajadores; si se pide un aumento se pueden llegar a las negociaciones para conseguirlo, pero a cambio se tendría que sacrificar la incursión de nuevos trabajadores en el sector. Es por esto que los neoliberales pueden ver a la organización sindical como un peligro dentro de su lógica. Claro está que este fundamento  cae por su propio peso.
Los neoliberales ofrecen dos estrategias a seguir. La descentralización y la centralización. La primera se refiere al desecho del monopolio estatal en la educación y al paso de responsabilidades a entidades más pequeñas; pasar de lo federal a lo estatal y a lo municipal. Al mismo tiempo esta estrategia lleva a la desarticulación de los grandes sindicatos ya que, debido a su carácter nacional, no existiría coherencia con las formas organizacionales más pequeñas.  “En el caso de la centralización, se propone la creación de sistemas nacionales de evaluación que califiquen y certifiquen los “productos” y “servicios” ofrecidos por las instituciones educativas. Además, se sugiere uniformar los contenidos curriculares del sistema a nivel nacional, paralelamente al establecimiento de programas de formación para profesores, con el fin de actualizar y capacitar al personal docente en función de la citada reforma”.[23]
Como se ha visto, la intención primordial ha sido la de quitar la injerencia que el Estado tiene en el control educativo. Es condición necesaria esta medida para los propósitos que el capital tiene. A mediados de los ochentas una gran cantidad de empresas empezaron a exportar su capital fijo a los países subdesarrollado, los procesos de producción ahora se hacían en países como México para después ser exportados. La mano de obra barata fue uno de los motores que impulsó a que los procesos productivos se llevaran a cabo en esta región. Por lo mismo, se hizo evidente que el modelo educativo tenía que proveer al tipo de hombre capaz de llevar a cabo esas tareas. La educación técnica poco a poco fue tomando prominencia sobre la educación superior a la antigua usanza.  
El modelo neoliberal, más allá de buscar una educación de calidad, busca un tipo de educación que sirva a las fuerzas del mercado. Lo que ha provocado en la región es la impostura de la ideología de la competitividad sobre la del humanismo. Si en los viejos tiempos la escuela formaba a hombres educados, ahora lo que hace es formar hombres que se encuentran en constante lucha para lograr pasar sobre los demás.
La imposición de medidas ajenas al orden interno de nuestro país, las hechas por los organismos internacionales, han demostrado su falta de eficiencia en cuanto a calidad se refiere. Y no se debe a un error, sino a un plan estratégicamente conformado. Tales impulsos tan sólo indican que:
a) La reducción crónica del presupuesto destinado a la educación supone la trasferencia de recursos públicos al pago de los servicios de la deuda de los países latinoamericanos.
b) El escaso dinero disponible, convertido ahora en subsidios focalizados, se condiciona al cumplimiento de los criterios establecidos en la reforma educativa.
c) Son diversas las formas en que se traspasan cada vez más los costos de los servicios educativos a la población.
d) La reforma crea las condiciones para el crecimiento de la educación privada en todos los niveles.
e) La supeditación de los planes y programas de estudio a los intereses productivos del gran capital se da con independencias de las necesidades reales de los países afectados por la reforma.
f) La eliminación sistemática de todo aspecto formativo que propicie la reflexión y la crítica, es condición fundamental para la administración ordenada del saqueo de nuestros países.[24]

Conclusión

La lógica neoliberal en la actualidad apunta hacia la necesidad de hombres que estén a la altura de las circunstancias. Que sean capaces de desenvolverse en las fuerzas que rigen el mercado. Para esto, el neoliberalismo ha hecho uso de una de las prácticas sociales más antiguas de la humanidad: la educación. Cada momento de la historia ha tenido la educación que parece adecuada para su momento; que sirve a las necesidades de un grupo o una sociedad y que es impuesta desde los círculos del poder. Pero a diferencia de los viejos modelos educativos en las que se buscaba a un hombre docto, educado, axiológicamente coherente, etc. Ahora el momento busca hombres que compitan, que sean individualistas, que sólo satisfagan sus necesidades personales; un hombre neoliberal.
Existe una contradicción en las medidas tomadas por los impulsores de la educación que proporciona a tal hombre. El Neoliberalismo niega la incursión del Estado en las fuerzas del mercado. Sin embargo, hace uso de él para darle vigor a dichas fuerzas. Lo que el Neoliberalismo busca entonces no es la desaparición de esta entidad (Hayek y Friedman jamás se nombraron a sí mismos anarquistas), sino su sumisión. Al crear hombres educados a la forma neoliberal este sistema asegura su perpetuidad; los hombres neoliberales trataran de procrear más hombres neoliberales. A pesar de todo esto existen formas de reaccionar contra estas medidas, pero el análisis y descripción de tales formas pueden ser motivo para otro trabajo.








Bibliografía:

Guillén Romo Héctor, La contrarevolución neoliberal en México,Ediciones Era,México,1997,pp. 13-72.
Pablo Gentili, “El Consenso de Washington: la crisis de la educación en América Latina”, en: http://sitdem.webcindario.com/concenso%20de%20washington.pdf
De la Torre Gamboa Manuel, Del humanismo a la competitividad, UNAM, México, 2004, pp. 11-80
Gramsci Antonio, La política y el Estado moderno, Premia, 1978
Klein Naomi, La doctrina del shock: el auge del capitalismo del desastre,Paidós, Argentina, 2008, p 208
Alcántara Armando, POLÍTICAS EDUCATIVAS Y NEOLIBERALISMOEN MÉXICO: 1982-2006,REVISTA IBEROAMERICANA DE EDUCACIÓN. N.º 48 (2008), pp. 147-16, pdf.
Fuentes electrónicas:
Loret de Mola, Documental: de Panzazo, http://www.youtube.com/watch?v=0WDXNqH3JR8
Davis Huggengheim: Esperando por superman: http://www.youtube.com/watch?v=U_y_KN0-qgQ&feature=youtu.be
Paradigma del sistema educativo: http://www.youtube.com/watch?v=AZ3JmuaUrxs&feature=youtu.be
La educación prohibida: http://www.youtube.com/watch?v=-1Y9OqSJKCc&feature=share


[1] Guillén Romo Héctor, La contrarevolución neoliberal en México,Ediciones Era,México,1997,pp. 13-72.

[2] Klein Naomi, La doctrina del shock: el auge del capitalismo del desastre,Paidós, Argentina, 2008, p 208..
[3]Ibid, p.7-8
[4] Guillén Romo Héctor, La contrarevolución neoliberal en México,Ediciones Era,México,1997,p14
[5]Ibid, p.17                                     
[6]Hayek en Ibid. p. 19
[7] Friedman en Ibid,p. 47
[8]Gramsci Antonio, La política y el Estado moderno, Premia, 1978.
[9] de la Torre Gamboa Manuel,Del humanismo a la competitividad,UNAM, México, 2004, pp. 11-80
[10] Citado en Ibídem, p.32
[11]Ibid, p.44
[12] En un documental del año 2012 sobre la educación en México Carlos Loret de Mola explica que en la sociedad actual los salarios pueden estar estratificados según el nivel de escolaridad de la población. Muestra una gráfica en la que se puede observar lo siguiente: Una persona que tan sólo ha cursado los estudios primarios puede alcanzar un sueldo de 4000 pesos al mes; una persona que cuenta con un nivel de secundaria alcanza a ganar los 5500; la personas que llegan a terminar el bachillerato pueden llegar a ganar unos  6000 pesos; los que llegan a la licenciatura podrán ganar hasta 14000; mientras que los afortunados que llegan a tener un postgrado quizá ganen un salario de 52000 pesos. Son muy cuestionables estos datos cuando son confrontados con la realidad. En la actualidad el mundo neoliberal ha demostrado que las personas más preparadas son los sujetos más afectados por el modelo económico debido a que el sistema cada vez más rechaza a los profesionistas.
[13] Citado en Guillén Romo Héctor, La contrarevolución neoliberal en México,Ediciones Era,México,1997,p48
[14] Es una lógica del mercado que los individuos con su participación en la economía promuevan un movimiento en cadena que sustenta al orden. Esto se puede ver en las relaciones obrero patronal.
[15]Pablo Gentili, “El Consenso de Washington: la crisis de la educación en América Latina”, en: http://sitdem.webcindario.com/concenso%20de%20washington.pdf
[16]Ibid, p.2.
[17] González Ledesma Migues Alejandro, Tesis: Neoliberalismo y educación superior en México, UNAM, 2010, p.36.
[18]Ibid, p. 37
[19]Pablo Gentili, “El Consenso de Washington: la crisis de la educación en América Latina”, en: http://sitdem.webcindario.com/concenso%20de%20washington.pdf

[20]Loret de Mola, Documental: de Panzazo, http://www.youtube.com/watch?v=0WDXNqH3JR8 (consulta: 19/12/12).
[21] Lo que menciona el autor del documental en cuanto a la corrupción existente dentro del sindicato nacional de los trabajadores de la educación es un tema muy conocido. Existen plazas que son ocupadas por personas que ni tan siquiera tienen una formación profesional o por otras que cobran una nómina sin tan siquiera dar clae. En el 2010 fue muy sonado el caso de un líder de la familia michoacana que cobraba nómina en el SNTE.
[22] Citado en Guillén Romo Héctor, La contrarevolución neoliberal en México,Ediciones Era,México,1997,p39-41.
[23][23] González Ledesma Migues Alejandro, Tesis: Neoliberalismo y educación superior en México, UNAM, 2010, p.39
[24]Ibid, p. 56.